Recuerdo mucho que mis padres siempre argumentaron no querer más a su mano izquierda que a la derecha (haciendo la analogía entre mi hermana y yo) y a pesar de que los presionábamos para que confesaran, nunca tuve suerte.
Apenas he empezado a entender a lo que se referían... creo que es muy diferente la manera en cómo se quiere a nuestros padres... cómo nos relacionamos con cada uno... cómo a uno le regalamos nuestros silencios y decisiones importantes y al otro nuestro día a día, nuestras puñetas mentales... y ambos son importantes. A uno le aprendimos el caracter, al otro la manera de expresar los sentimientos o enfrentar la vida.
Somos una fusión rara de ambos. Su obra maestra...
domingo, 22 de enero de 2012
HERENCIA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 dimes y diretes:
Publicar un comentario