jueves, 12 de julio de 2012

CRONICAS DE UN REGRESO ANHELADO

No recuerdo en qué lugar leí hace poco y decía "Uno nunca se cansa de amar, sino de esperar". Y me puse a pensar en qué complicado es esperar. Es un sentimiento que quema la piel, que contamina la sangre y la hace más pesada. Creo que hubo un momento en el que tenía la firme convicción de que yo podía todo. Y no habría nada más fuerte que mi voluntad férrea y mi corazón.

Hoy, 85 días después de haber empezado el viaje, confieso que estoy exhausta. Exhausta de esperar y esperar. De levantarme todos los días intentando que cada día valga la pena. Intentando mantener la llama de la ilusión. Estoy simplemente agotada. Triste. Cansada.

Y ha llegado a ser tal la desesperación, que los días aquí, han empezado a sentirse insignificantes en comparación de mis ansias por regresar....

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